El Puerto Nuevo de Garrucha son unas instalaciones portuarias de la Junta de Andalucía que están prácticamente vacías en esta época y aunque están inacabadas prestan todos los servicios, ademas de que la proximidad con el paseo marítimo le presta la asistencia que el puerto carece. El único marinero que atiende las instalaciones resultó una persona agradable y servicial facilitándonos adaptadores y manguera y cualquier cosa que necesitásemos, era evidente que falta de actividad favorecía su estado de ánimos. No obstante el puerto es inicialmente un muelle comercial de carga de áridos de las explotaciones de la sierra de Gata y había dos enormes cargueros que no pararon de faenar durante toda la noche.
Amanecido el día zarpamos sin prisas para recorrer las escasas 30 millas hasta S. José donde tomaríamos la decisión si atracábamos o seguíamos hasta bordear el cabo de Gata en función de como estuviese las condiciones de mar en Alborán.
Íbamos a una milla, mas o menos de la costa cuando viramos poniendo proa al edificio hotelero del Algarrobillo, realmente una agresión brutal al entorno, un bodrio en pleno parque natural, pero allí está y el mal hecho, es imposible recuperar lo que el daño ha producido. Mientras observábamos ese desaguisado la caña empezó a chirriar y obtuvimos de recompensa un precioso bonito de mas de 2 kg, lo que salvó la situación, pues iba a hacer un marmitako con caballa del día anterior y se nos convirtió en un autentico manjar.
Mientras se cocinaba fue creciendo el viento de proa como estaba previsto, y no era cuestión de pelearse con el mar, así que nos dirigimos a la ensenada de Rodalquillas, un enclave natural de la zona con una bonita playa rodeada de montañas, en su lado de levante un palmeral que le daba encanto al entorno y en la parte norte una pequeña y antigua caseta de pescadores mientras en la playa varias parejas y niños disfrutaban del entorno. En ese paraje dimos cuenta al marmitako... y debía de estar bueno porque la tripulación comió dos platos.
Varias horas estuvimos allí hasta que a la puesta de sol emprendimos nuevamente la derrota, el mar aún estaba algo bravo pero fue amainando y cuando nos encontrábamos a la altura de S. José, estaba plano pero con fuerte corriente en contra, no obstante decidimos continuar y la las 21:15 del día 8 cruzábamos la perpendicular del Cabo de Gata con sus destellos rojo y amarillo.
Para alejarnos del viento de poniente que daba la información meteorológica en el centro de Alboran, nos mantuvimos costeando pasando por la perpendicular de Almeria, Roquetas, Almerimar y nos dirigimos a Motril para repostar.
Desde ahí es otra historia.
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