Carta de Derrota


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martes, 24 de junio de 2014

UNA SEMANA EN SAINT MARTIN

Los dos primeros días en Saint Martin estuvimos fondeados en la bahía de Marigot, junto al Hispania, mientras resolvíamos los primeros trámites. 
Saint Martin es una isla curiosa, dividida entre una parte francesa y otra holandesa, ésta en cierto modo independiente; hay una importante diferencia en los precios y en la zona francesa es frecuente que te apliquen la equivalencia entre euro y dólar americano. En la parte sur hay una amplia laguna, con numerosas marinas (algunas de alto nivel) y para acceder a su interior  se deben cruzar unos puentes levadizos que sólo se abren tres veces al día… 
Tuvimos la suerte de localizar TOBY, un varadero en el que el JAFAM fue sacado a tierra, convenientemente trincado ya que se acerca la época de los huracanes. Sus responsables (Paula al frente) han sido muy amables y cada tarde, al acabar la jornada laboral, nos reuníamos en el “local social” a beber algunas cervezas…Conocimos a personas muy interesantes, varadas junto a sus barcos, cada uno con su historia personal. 
El lunes día 16 nos visitó desde Antigua el inspector del seguro, para valorar los daños y emitir su informe. Luego nos dedicamos a recoger el barco, donar todos los víveres que quedaban y que podían estropearse, desconectar las baterías, recoger la dingui, etc. La noche del martes hicimos una cena de despedida con Paco y Catalina del Hispania y Fernando (que tanto nos han ayudado) en el Jimbo’s, en la parte holandesa. Finalmente, con mucha nostalgia y un cierto nudo en la garganta al ver la última imagen del Jafam, JF y FV cogimos el vuelo de Corsair a París, vía Pointe à Pitre, en Guadalupe. 

















Y así queda por ahora la aventura que empezó el día 1 de noviembre de 2013 con la salida de Badalona…Aventura que hemos contado puntualmente en este blog y que agradecemos todas las visitas recibidas. Ahora sólo queda pendiente una entrada: una valoración global de todo el viaje que colgaremos en unos días…


lunes, 16 de junio de 2014

VIAJE HASTA SAINT MARTIN

Una vez recuperada la “normalidad” (sin daños personales y con la emisora de onda corta funcional) analizamos las diferentes opciones que se nos planteaban. A través del inReach y de Rafael del Castillo que estuvo en permanente contanto con nosotros pudimos tranquilizar a la familia. Se decidió intentar llegar hasta Saint Martin, por ser la isla más próxima de la C.E. (a unas 550 millas!) y con buenos servicios náuticos. La disponibilidad de gasoil era muy justa para llegar, por lo que decidimos ir a bajas revoluciones (no sobrepasar las 1500 rpm), lo que hacía que el barco no superara las 4 millas a la hora, menos si el mar estaba en contra.
Empleamos 136 horas en llegar a la bahía  Marigot, en la parte francesa de Saint Martin, en lo que fue un viaje duro y agotador. El motor del Jafam respondió a la perfección; fuimos rellenando el depósito con nuestros bidones adicionales, controlando el consumo, hasta el punto que a la llegada sólo disponíamos de unos 30 litros de gasoil sobrante.
Diversas personas fueron claves en estos días de angustia: Ana, en contacto con Salvamento Marítimo; Rafael del Castillo, con sus ánimos y consejos durante el siniestro y cada noche en la hora de la Rueda; Catalina y Paco del Hispania, velero español que estaban en Saint Martin, y se trasladó a la bahia de Marigot para estar mas cerca y dispuestos a venirnos a rescatar en caso de algún problema con el motor o falta de combustible. A ellos nuestro agradecimiento por el apoyo que nos prestaron y la seguridad que nos dieron. Tambien a aquellos otros que estando lejos se interesaron por nuestra situación como el Skipper, el Vagabundo, el Arquimedes, el Micoa...  y si alguno me olvido, le pido mis disculpas.



domingo, 15 de junio de 2014

GRAVE ACCIDENTE























El martes día 3 de junio de 2014, habíamos recorrido unas 600 millas, a un promedio de unas 100 diarias ya que el viento no solía superar los 15 nudos, excepto durante los chubascos, y el paso de un frente que duró unas 24 horas. Avanzábamos más lento de lo previsto, con la génova y la trinqueta atangonadas. Sobre las 11 del mediodía, con viento flojo (escala Beaufort) pero con un fuerte mar de leva (+2 metros), el barco se balanceaba fuertemente unos 30 o 40 grados por el efecto de la mar.

De repente, sobre las 11, notamos una fuerte explosión que rápidamente identificamos con  la rotura del obenque bajo de babor a la altura de la cruceta. Inmediatamente lanzamos un cabo por el palo y la cruceta trincándolo al winche y ejercer toda la fuerza de contención posible. Pero el balance a estribor hacia que el palo flechase por su punto mas debil induciendo a que pudiese saltar el palo de la fogonadura con riesgo de que en una de esas salidas pudiese perforar el casco con grave riesgo para la seguridad de la tripulación.
Inmediatamente lanzamos un “may day” de socorro y en contacto por radio con la Rueda de los Navegantes se decidió desarbolar el barco con la finalidad de que la caída del palo (de aproximadamente una tonelada) fuese controlada. La operación fue compleja con la consiguiente  angustia por parte de la tripulación. Finalmente el palo cayó hacia popa sobre el arco de radar, destrozando el mismo y parte del instrumental electrónico.
Una primera lista de daños materiales ocasionados:

Palo mayor con enrollador, cableado y luces de posición
Stay de génova con enrollador
Stay de trinqueta con enrollador
Vela mayor enrollada
Tangón de génova
Obenques, obenquillos y baby
Backstay con tensor
Antena de radar
Reflector de radar
Anemómetro
Antena VHF
Armadura del antirrociones
Arco de Radar en popa
Placa solar
Antena A.I.S
Soporte Duo Gen


Dos elementos fundamentales quedaren intactos: antena de la emisora de onda corta y motor. Por otro lado, la tripulación no sufrió ningún daño. En consecuencia, a pesar de haber experimentado lo que probablemente sea el peor accidente para un velero, tres circunstancias nos favorecieron: la hora, el viento y la distancia de retorno a un puerto seguro. De noche o con viento o a mayor distancia que la que era posible superar con el gasoil disponible, probablemente el rescate hubiera sido muy complejo.





SALIDA DE JOLLY HARBOUR (ANTIGUA)


Una vez completada la tripulación con la llegada de Quim, nos dedicamos a preparar al Jafam para su viaje hasta las Azores: provisiones, cambio de aceite, reparación de la trinqueta y del Duogen, agua, suministro de combustible, etc. Previendo encontrar calmas en el viaje a  las Azores, adquirimos cuatro bidones más hasta disponer de unos 400 litros de gasoil (esta decisión resultó vital, como veremos). La marina de Jolly Harbour está muy vacía: es final de temporada y tenemos la sensación de ser de los últimos que regresan a Europa antes de la época de los huracanes. Finalmente, soltamos amarras y anclamos en la bahía exterior para comer. Sobre las cuatro de la tarde del día 28 de mayo de 2014, pusimos rumbo norte para con un viento de través dejar horas más tarde a Barbuda por estribor y adentrarnos de nuevo en el Atlántico.