Después de muchos años de ilusión y preparación, está a punto de comenzar la gran aventura soñada por Juan Felipe Ruiz (El Almirante): cruzar el Atlántico con su propio velero, llegar al Caribe, pasar unas semanas visitando las diferentes islas y regresar (o no) por Azores. A esta incierta aventura otros nos hemos sentido atraídos hasta conformar una tripulación que comparte amistad y pasión por la mar.
Han sido muchos meses de trabajo para acondicionar barco y material. Una primera fase de traslado hasta Canarias (que se inicia en unas horas) ha de permitir comprobar si realmente está todo a punto y con tiempo hasta el 8 de enero (fecha prevista para el Gran Salto) para corregir todos los inconvenientes que seguro surgirán.
Las sensaciones que cada uno de nosotros tiene en este momento decisivo son difíciles de explicar. Son una mezcla de respeto ante lo desconocido y a la vez de satisfacción por el sueño que está a punto de verse cumplido. A una parte de la tripulación la aventura nos pilla con una edad que ya no admite más dilaciones pero los compromisos de la vida (navegar exige sobre todo tiempo) nos han llevado hasta aquí con el convencimiento de que lo necesitamos vivir.
Es un reto físico y también psíquico, que hemos de ser capaces de superar. Las tormentas peores son las de la convivencia, las que se producen en el reducido espacio vital de un velero de poco más de 12 metros de eslora. Todo esto lo sabemos pero también sabemos que más allá de la línea del horizonte por la que se pone el Sol todos los días, hay un nuevo mundo que nos espera después del sacrificio. La satisfacción por la superación será nuestra recompensa.
Este blog nace con la pretensión de informar del desarrollo de la aventura, no sólo para que nuestros amigos y familiares puedan seguirla, sino con la pretensión que pueda ser útil a todos aquellos que comparten nuestro sueño y que tarde o temprano partirán hacia occidente desde Canarias, como a nosotros nos ha sido útil la experiencia de los navegantes que nos han precedido.
