La mañana del día 25, a primera
hora, hemos zarpado de Port Elizabeth, con una cierta nostalgia de que
abandonamos definitivamente Bequia, nuestro destino en esta aventura. Hemos
decidido hacer escala en Blue Lagoon, una maravillosa cala situada al sur de
St. Vincent, cerca de la capital Kingstown (que ha sido aprovechado para hacer
los trámites de salida de aduanas e inmigración del país), rodeada de arrecifes
y de entrada angosta. Como siempre, una parte del viaje ha sido dura: ciñendo y
con un fuerte oleaje en contra. La navegación entre islas en el Caribe es muy
complicada; pero como todo en la vida, nos acabamos acostumbrando. Aunque las
fotografías que os adjuntamos difícilmente hacen justicia a la belleza del lugar,
esperamos que os gusten.
miércoles, 26 de febrero de 2014
domingo, 23 de febrero de 2014
COMIENZA EL RETORNO ...
En la isla de Mayreau, en Tobago
Cays, hemos alcanzado nuestro punto más al sur: 12º 36,1’N de nuestra aventura. A partir de aquí
empieza el retorno…
EL MISTERIO DE CANOUAN: LA "DINGUI" PERDIDA Y HALLADA
Para aquellos lectores no avezados en la jerga marinera, primero explicaremos que la “dingui” no es otra cosa que una barca auxiliar hinchable, de unos 3-4 metros, complemento indispensable de un velero para poder ir a tierra cuando se está fondeado.
Pues bien, esta mañana en Canouan
nos hemos dado cuenta que nuestra “dingui” (con sus remos, su motor y su
depósito de gasolina) había desaparecido. Una mala noticia y que nos afectaba
para el resto del viaje. Por la noche había hecho mucho viento y aunque había
una remota probabilidad de que se desenganchara (los nudos del Almirante son
siempre seguros) lo más probable es que nos la hubieran robado. Más allá del
valor material (importante) era cómo resolvíamos bajar a tierra. Convencidos que
no había solución, decidimos levar ancla…
Aquel mismo momento nos persigue un
local (Markus, al que habíamos encargado pan y fruta) y al alcanzarnos nos dice
que nuestra “dingui” se había soltado con el viento, que la habían localizado
muy lejos y que la había recuperado para devolvérnosla. Era evidente que el
servicio tenía un coste, que ha sido de 200 dólares USA. Pagado el rescate,
hemos recuperado nuestra “dingui” y podemos seguir (relativamente contentos) la
aventura con normalidad.
Dudas que nos asaltan: ¿Se soltó
realmente con el viento?. Imposible. ¿Se la llevaron para pedirnos un rescate
en lugar de simplemente robarla? ¿Ha sido una operación con cómplices?. Ya nunca
lo sabremos…. Será el “misterio de Canouan”. La “dingui” perdida y hallada;
como Jesús en el templo…
BEQUIA
Hicimos una visita rápida a Bequia:
es una isla muy hermosa, bien cuidada y limpia. En la zona norte existe una
reserva para la puesta de las tortugas marinas y playas que concuerdan con
nuestra imagen previa del Caribe. Adjuntamos algunas fotografías que hicimos
antes de partir para Canouan y Tobago Cays, con la voluntad de volver a visitar
Bequia al regreso.
jueves, 20 de febrero de 2014
BEQUIA (PORT ELIZABETH): HEMOS ALCANZADO NUESTRO OBJETIVO!
Finalmente, el martes día 18 de
febrero de 2014 hemos llegado a Bequia, nuestro destino, después de recorrer
2957 millas en 36 días (incluidas las escalas) desde la salida de Las Palmas.
Para cubrir el último tramo partimos muy temprano de Wallilabou a fin de evitar
cruzar el canal entre St. Vincent y Bequia al mediodía; aún así, la fuerte
corriente y el role constante de los vientos (que alcanzaron en momentos 25
nudos) producidos por el efecto entre las islas y las altas montañas nos dieron
un par de horas de guerra. Alcanzar la bahía de Port Elizabeth (llena de
veleros de todas nacionalidades) y
fondear en una boya nos devolvió la tranquilidad y nos hizo ser conscientes de que
habíamos alcanzado nuestro objetivo. Para celebrarlo compramos un par de
magníficas langostas que nos fueron ofrecidas por un vendedor en barca.
Después de la foto protocolaria,
recorrimos el frente costero, con todo tipo de bares y restaurants, que tiene un alto nivel de vida y es muy
distinto de lo que hemos visto en St. Lucia y St. Vincent. La gente es amable y
no ejercen una presión brutal para la venta de sus servicios. Por la noche
hicimos la cena de celebración en el Gingerbread Hotel y nos hemos regalado el
miércoles de descanso (ha sido un día gris, con lluvia y mucho viento), que
hemos aprovechado para cocinar una magnífica caldereta de langosta con vino de
Rueda. Os incluimos un reportaje del proceso de elaboración y manifestamos
solemnemente que la historia de que las langostas del Caribe no son sabrosas es
una leyenda náutico-urbana; al menos las nuestras han estado deliciosas…!
martes, 18 de febrero de 2014
EN EL ESCENARIO DE "PIRATAS DEL CARIBE"
El domingo día 16 reanudamos el
viaje. El cruce desde Pitons a la isla de St. Vincent (canal de St. Vincent)
fue bastante duro, con una mar de hasta 3,5 metros de altura y vientos
racheados que alcanzaron en algún momento los 30 nudos, afectado por los
chubascos y el efecto de las montañas en la punta de la isla. Después de
sopesar varias opciones, nos inclinamos finalmente por echar el ancla en la
bahía de Wallilabou, escenario del rodaje de varias películas de “Piratas en el
Caribe”, habiendo empleado unas 7,5 horas para recorrer 39 millas.
Aparte de una caminata de 1,5 horas,
subiendo y bajando montañas, para completar los trámites de aduana y policía,
nuestra decisión fue un acierto. La bahía es espectacular, sus gentes son
amables (aunque siempre buscan cobrar el servicio) y además de visitar los
restos de los escenarios de la película,
cenamos una extraordinaria langosta (¿quién dice que el marisco del
Caribe no es sabroso?) en el Wallilabou Anchorage Restaurant.
Tanto nos ha gustado el lugar que
hemos decidido quedarnos hoy todo el día, primero para hacer algunas pequeñas
puestas a punto del barco y después para tomar un baño en la cala situada un
poco más al sur, comer de nuevo en el Anchorage (comida criolla) y finalmente
una merecida siesta. Mañana finalmente salimos para Bequia, destino de nuestra
aventura!
EL JAFAM EN EL CARIBE
Ya es hora que rindamos un homenaje
de agradecimiento al JAFAM III, magnífico velero que nos ha llevado a cruzar el
Atlántico con seguridad sin grandes sobresaltos y que ahora nos está paseando
por estas maravillosas islas del Caribe. En las fotografías se puede contemplar
su estampa en la bahía de Wallilabou
LA PICARESCA EN SOUFRIÈRE
El jueves 13 tuvimos que regresar a
Rodney Bay para una sustitución de los tensores de obenques. Una vez
solucionado el problema y despedido Tomás que regresaba a Barcelona, salimos el
sábado de nuevo hacia Pitons (resiguiendo una costa a la que ya conocemos bien)
antes de saltar a St. Vicent and Grenadines.
Hoy la crónica está dedicada a la
picaresca de los de Soufrière con los turistas que van en velero. Primero uno
que estaba en la playa con la novia y nos ve venir, nos amarra a una boya
propiedad del restaurante Harmony. Evidentemente pagamos el “servicio”, dada
nuestra ignorancia. Al rato el vigilante del Parque nos dice que vayamos a otra
boya, muy amablemente, y que no nos cobrará la estancia ya que nos habían
engañado. Nos “recoge” otro rafta y nos amarra a una boya muy cerca del pueblo,
después de varias discusiones, y nuevo pago de “servicio”. Al rato vuelve el
mismo y dice que tenemos que pagar la estancia ya que la boya es de los
pescadores!. No le hacemos caso y al
rato aparece el que dice ser propietario de la boya, también con ganas de
cobrar. No estamos dispuestos a tanto engaño y nos vamos, con los gritos que no
tendremos donde fondear. Por suerte volvemos a encontrar al vigilante del
parque y nos indica la boya correcta.
Quedamos agotados de tanta picaresca
porque cada operación de amarre tiene su complejidad. Nos tememos que somos
objetos preferentes de un modelo turístico incipiente. Al entrar en cualquier
puerto o bahía, un montón de barcas se acercan, para darnos servicio de boya o
vendernos cualquier producto. Ya que no nos podemos separar del barco, somos un
mercado cautivo.
No obstante, los Pitons nos acompañarán en el recuerdo!
sábado, 15 de febrero de 2014
viernes, 14 de febrero de 2014
VISITA AL JARDÍN BOTÁNICO, A LOS BAÑOS MINERALES Y A LA CATARATA DE DIAMOND
Los Jardines Botánicos, Baños
Minerales y Catarata de Diamond, en Soufrière, ocupan unas 1.000 Ha y los
terrenos fueron cedidos por el rey Luis XIV de Francia a los hermanos Devaux
por los servicios prestados a la corona. Los baños fueron construidos en 1784
(siguiendo el modelo d’Aix-les-Bains en Francia) por su valor terapéutico para
las tropas acantonadas en la isla y se dice que Josefina, la futura esposa de
Napoleón, se bañó en ellos ya que su padre tenía una plantación en St. Lucia.
La zona volcánica tiene su origen en
una gigantesca explosión que tuvo lugar hace 410.000 años; el volcán actualmente
sólo emite gases sulfurosos que se perciben a muchos kilómetros de distancia
según el viento.
En 1928, André de Bolulay restauró
los baños (destruidos durante la revolución) y sus hijos, en 1983, construyeron
el jardín botánico que actualmente está abierto al público.
La visita incluye la contemplación
de numerosas plantas tropicales (autóctonas e importadas de otros países, como
los cocoteros o plataneras), los baños y la catarata. Son unas horas de
explosión de colores y formas. Las fotografías que adjuntamos sólo son una
pequeña muestra.
jueves, 13 de febrero de 2014
MARIGOT Y EL CAMBIO CLIMÄTICO
El trayecto entre Rodney Bay y
Marigot apenas duró unas tres horas y fuimos bordeando la costa, una costa
bastante artificializada por las instalaciones turísticas. Cruzamos el puerto
de la capital Castries (con un aeropuerto en el centro de la ciudad, junto al
cementerio!). La bahía de Marigot es espectacular, rodeada de selva y de
formaciones de manglar, con escasas instalaciones turísticas y es lugar de
visita de yates de gran porte. Hay numerosos “bush man” dedicados a fijarte a
la boya y a venderte todo tipo de cosas por lo que hay que estar preparado para
negarte a casi todo. Por la noche desembarcamos con nuestra flamante “dingui” y
fuimos a comer la primera langosta caribeña al Chateau Myngo, con música en
directo; ne pas mal!.
En teoría estamos en la estación
seca pero toda nuestra estancia en Marigot fue pasada por agua, con frecuentes
chubascos que ya nos dejaban indiferentes. Será el cambio cliimático?.
Ah, y he caído en la tentación de
poner una fotografía del autor de la crónica...
martes, 11 de febrero de 2014
SANTA LUCIA "POR TIERRA"
Esté previsto partir de Rodney Bay
el martes; el lunes lo hemos dedicado a recorrer la costa occidental de la
isla, hasta Soufrière, donde se encuentra el principal atractivo turístico de
la isla: los Pitons. Finalmente hemos decidido hacer el recorrido con taxi y ha
sido un acierto no sólo por la amabilidad del conductor que nos ha facilitado
todo tipo de información sino también por el estado de las carreteras, la
circulación por la izquierda y la falta absoluta de indicaciones.
En primer lugar hemos cruzado la
capital (Castries), en cuyo puerto estaban atracados un par de monstruosos
cruceros. Hemos visto plantaciones de plátano (el principal valor económico de
la isla junto con el turismo), hemos visitado pequeños pueblos pesqueros (Anse
Raie y Canaries, curioso nombre) y después de atravesar la plurisilva con
helechos gigantescos, hemos llegado a Soufrière, con la visita a su volcán (con
una boca de 12 km de diámetro y con constantes emanaciones de gas sulfuroso).
La comida, en el restaurante Petit Peak al pie de uno de los pitones, ha sido
muy agradable, degustando comida criolla. Sobre las seis de la tarde volvíamos
a estar en el puerto, después de fotografiar la hermosa bahía de Marigod.
Esta visita “terrestre” nos ha
permitido una perspectiva distinta del viaje “marítimo” que iniciamos mañana,
con destino también a Soufrière. No obstante, las comunicaciones por internet
serán cada vez más difíciles y haremos todo lo posible por no privar a nuestros
seguidores de la crónica puntual de nuestra aventura.
CRUCE A SANTA LUCIA Y PRIMERAS IMPRESIONES
Seguimos la aventura. El sábado 8 de
febrero, una vez solucionadas las reparaciones necesarias después de la paliza
del Atlántico, decidimos cruzar el canal entre Martinica y Santa Lucía, de unas
24 millas. Después de la incorporación de Tomás, somos cuatro tripulantes,
Desde luego el tiempo anunciado no era el mejor para intentar el pequeño salto,
pero estábamos ansiosos de llegar a la nueva etapa. El pronóstico se cumplió y
el viento fue de 20-25 nudos, con olas de hasta tres metros; pudimos comprobar
una vez más que el JAFAM es un magnífico velero. Navegamos de través, con mayor
y génova. Un poco de tristeza a medida que se perdía el perfil de Martinica por
popa ya que fue nuestro puerto de llegada después de 21 días….
El viaje apenas duró cuatro horas,
tiempo en el que avistamos diversas manadas de delfines. Arribamos al magnífico
puerto de Rodney Bay, en el interior de una playa comunicada por un estrecho
canal, donde atracamos sin dificultad. Cenamos en tierra y saboreamos nuestras
primeras piñas coladas…
El domingo a primera hora nos
dedicamos a los trámites de aduana, que son complejos, y nuestro pasaporte ya
luce el sello de entrada a Sta. Lucía, estado independiente desde 1979: otra
moneda, otro idioma, la conducción por la izquierda, etc. Tiene una superficie de unos 600 Km2
y 170,000 habitantes. Completamos la mañana con la visita a un barrio de sabor
completamente caribeño, situado entre la marina y un complejo hotelero moderno,
junto a la playa. Es un paisaje ya completamente distinto al de Martinica, que
no deja de ser un territorio de Europa. Esta primera impresión de “Caribe” la
intentamos plasmar en las fotos que adjuntamos y fue confirmada por el
recorrido por la isla previsto para el lunes. Pero esta es otra historia…
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